Miro una mina y la mansión de mi vida desaparece en un sueño que se acopla interviniendo la transmisión que yo estaba sintonizando nítida mente...
Miro para aquí y para allá.
Me siento en un bar, justo al lado del ventanal.
Pasan los días y los espacios, como y leo, bebo, veo letras desfilando que a veces me expulsan a otros tiempos fuera del tiempo. Ritmos. Intento descifrar. Pierdo el tiempo.
Quemo.
Paso días en bares, esperando, leyendo recuerdos, esperando a que pase, trago...
otro trago amargo.
Hay una guerra, bajo los modos y modales hay una historia distorsionada en palabras cotidianizadas, colonizadas, en palabras desactivadas en otras palabras de curso legal, discurro en discos de a dos, incursiono.
Distorsiono, y ya no sé des-distorsionar.
Hay territorios bien delimitados en este mundo... esto es para esto, esto es esto otro. La tierra está colonizada en instintos ciegos... la historia nos hizo lo que somos.
Veo.
Y la mirada me arrastra hasta despedazarme en instintos cruzados.
(Mirarte a los ojos detendría el maremoto.)
Al este de este lugar que no tiene espacio... hago espacio, corro de aquí para allá, desmarco territorios encajados en ritmos determinados >>en ritmos pierdo otros ritmos a los que no puedo anexame.
des-calma.
Miro al rededor, las redes de miradas, minadas, me apago en parpadeos, desconecto los espejos, me abandono a mi cuerpo abandonado, nado
en la nada de las palabras.
No soy poeta, no soy las manos que te acarician, no soy el presente que te desespera, no soy las posibles conexiones que descalificarían la brutal desconexión, punto de fuga saturado por su propia eficacia, lo de nadie y lo robado, esparcido, lo propio despotenciado, proteica creación de un fuego descubierto dentro
el adentro quemando el afuera
refugio en medio del desamparo.
Mimo.
A poetas que soñaron...
Amor:
vaciado internado a la espera de sanar.
La cura amenza matar.
(Romper.)
Tenazas manos arrastrando letras que se rompen justo cuando estaban a punto de tocar... la canción adecuada. Una milinésima de segundo antes de que el sentido se rompa en senti dos. Me embarazo de mí mismidad incapturable. En pompas. Me arrepiento de no poder arrepentirme. Me miento un poco y al rato me castigo. Me mimo. Me muero por vivir y la vida me contesta.
Acontece.
Miro a una mina. No me dejo mirar. La miro y la pienso donde no puedo pensarme (besarme). No puedo pensarla pensándome (no soy yo mi reflejo). No me veo donde la veo. Punto ciego. Una mina es talla de mis ojos.
2 comentarios:
Me fascinan tu manera de decir, hay pinceladas de Rimbaud, desconcierto, búsqueda.
Te abrazo querido compañero con alegría por saberte nuevamente.
M.
Hola amigo he pasado a retribuir tu visita a mi blog y realmente me ha gustado mucho tu estilo
Un abrazo para Navidad
afectuosamente
Lilian Viacava
Publicar un comentario