leo lo que escribí alguna vez y no me reconozco en las letras... no sé si lo escribí "yo", creo que no... que soy otro, o que las letras son el río de Heráclito, pasando, pasando pasado, al que ya no pueden tocar... no, no fui, no fui yo, no fui yo él, no fui yo el que nada, en ese río...
sí claro, me río en esa transparencia cristalina
del agua que pasa...
pero me angustio, me confundo, me des-bordo, de mis contornos, de mi piel...
(y esta piel parece que no fuera mía, me traiciona.)
la muerte debe ser la traición, dejar de influir, de participar en el acto, pasar a objeto, escenográfico, ob-seno, fuera de la escena pero expuesto, de repente: una vidriera.
inmovilizado por la hipnosis social.
veo estrellas, puntos, números
al rededor.
y si yo no era ese era un espíritu, que me poseyó
y me dio a cambio una ausencia de mí, eclipsada en su presencia
me puso precio, me valoró
me hizo mercancía.
dentro mío un diablo, que me hace escribir, contra mi voluntad
mi memoria, mis límites, mi conciencia
una raíz hacia dentrofuera, un ramal y una ventana al otro lado
archiverespacio
espacio sin espacio ni tiempo
lectura que le dará tiempo (aquí ahora tu voz robada, leyendo a un diablo que no es yo) y nos quita de nosotros
aloja al otro.
fan a sismo
se hacen grietas en la piel. nos hacemos tierra... humus... humanos.
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