Columbina se perdió en otro domingo sin sol.
una voz le aclaró desde el fondo de su ojos: el único verdadero amor es el primero.
como una cebolla, capas sobre capas, se desgajó a sí misma. lo intentó...
se internó en labios, ojos, sensaciones, plieges desgajados de pieles atentas, siempre atentas, los estragos del tiempo, los caprichos heredados, las defensas metidas en las miles y miles de mentiras que son mejores que declarar la nada...
la nada insistente
...que también miente!
(con lengua sagrada)
ad
a
:
.
una señora: querida, en la puerta hay un payaso que pregunta por Usted.
Arlequín, pensó ella.
Columbina: dígale que no estoy.
pero la señora ya no estaba, y el domingo se sentía solitario.
e
aba
.
.
y si del otro lado no hay nadie lo contruiremos. con pedazos de nosotros mismos. para no fenecer. para que no nos devore el pasado impasable. para que esta vida no haya sido desperdicios...
y de nuestra voz haremos voces sin cuerpo, irreconocibles...
que nos hablen, que nos cuenten cuentos, que nos conviertan en héroes
trágicos
contruiremos
con verdades robadas
con verdadres compradas:
libros.
dichos de los demás.
guerras privadas. y el fragor de la batalla concreta y real, contra nuestra mente, que cobija dentro, en un mítico centro imposible: a nuestra muerte.
a dientes y espadas afiladas, a martillazos chorreados en domingos de hastío y pan exagerado, a pura verdad encapsulada, donde no hay quién esperamos
/ni quién nos espere/
estarán nuestras voces
encapsulados vacíos
enmascarando ausencias
de pedazos
de lo que creímos que una vez estuvo.
/¿lo creamos?/
la punta del alfiler
...
lo llamamos amor verdadero
le construimos un altar
y a pedazos dentellados de nosotros mismos le ofrecemos muestras de fidelidad.