de la espuma las imágenes
la comezón que a veces falla
que a veces carga demasiado
-me marea la situación Colum, estoy al otro lado del tiempo, ¿entendés? al otro lado está Hades, sus perros, sus furias, sus ejércitos esparcidos por toda la tierra... y todo es tan antiguo como los siglos, como la vida que nunca podemos usar del todo... ¿me entendés?
Arlequín hablaba desde una cabina telefónica de madera, al lado de una cabaña, a unos metros del mar.
Columbina estaba navegando en un cielo a punto de vomitar una tormenta. sin embargo no dejó de fingir seguridad. del otro lado... del otro lado...
un asesinto más. la muerte es titular en el diario.
¡te puede pasar a vos!
san pedro al costado de una ruleta dice con voz de locutor: ¡jugá y ganá!
además se benficiarán los pobres a los que el Gobierno de la Ciudad ha dejado tan pobres.
además se beneficiarán los que siempre se beneficiaron de los pobres. ¡negocio seguro!
un asesinato más. san pedro afila la navaja de afeitar. en unos microsegundos recibirá a otro tipo con la sien volada en la ruleta rusa...
-Colum, por favor, me tenés que ayudar. ¿cuánto tiempo más querés que sea un ser de ultratumba? me tenés que ayudar a ser real.
sos la única que puede hacerlo...
la única...
only you. cantan los plateros en un rincón del barco. Columbina está mareada y decide fumarse un porro para que se le pase.
en su blog, había escrito:
"te escribo a tí, que todavía no te conozco pero que sí conozco. desde las tripas del tiempo, desde el ser hasta la nada... y no crean que soy cursi, soy también este fantasma que espera ser descubierto. alumbrado de amor."
el barco se mecía como una cuna.
Arlequín miraba el mar, y se le ocurrió pensar en el mal.
0800-666-20082008 llamá ya mismo!
un tipo disfrazado de Lucifer de forma muy burda, grotesca: tu alma, ahora vale!!! con tu colaboración vas a estar ayudando a miles de otras gentes que ya habían sido despojadas antes de su alma.
ya! llamá!!
ahora!
no pierdas más tiempo
el tiempo es oro
el tiempo vale
véndemelo!
te sacarás un peso de encima...
claveles del aire coronando la muerte de las partes del viejo roble
sus enramados caminos disecados
sin embargo nunca alcanzaron al corazón
y a pesar de todo el roble sigue vivo
latiendo
-Columbi, me tenés que ayudar. ¿estás ahí? Colum... Columbinita...
desde adentro de la cabaña, al costado del mar, una voz de mujer llama a gritos a Arlequín.
Arlequín cuelga el teléfono. camina cabizbajo. entra por una puerta y sale por la otra, sin haber estado nunca adentro...
Columbina, leyendo un manual de primeros auxilios lo comprende, y escribe en su blog:
"cuando me llamabas no te repondía,
cuando te llamaba no me respondías,
porque nuestro aliento se consumía en esa misma voz
que nos prestábamos mutuamente!"
ella entonces cuelga el teléfono, con una lágrima corriendo cuesta abajo uno de sus dedos más finos y largos...
de la espuma las imágenes
que los sueños desparraman