21.8.07

Eco y Narciso

en un claro del bosque la ninfa Eco coleccionaba sus soledades. todas ellas eran parecidas, todas tenían gusto a agujeros en el estómago.

ninfa Eco: estoy condenada. espero que algún golpe de suerte me redima. si no es así, no podré decir jamás nada, nada más que lo que él dice. no tengo palabras para decir lo que siento y lo que siento no se siente si no puedo expresarlo. él, en cambio, dice por mí lo que yo no quiero decir... estoy condenada...




en otro pliegue del mismo bosque, junto a un lago, Narciso se peinaba y reflexionaba.

Narciso: la imagen es más fuerte que miles de palabras. ¿qué son las palabras? las palabras son sombras, repeticiones fantasmales de lo que no puede aprehenderse. no me importa que nadie me diga nada. yo sólo quiero algo a contemplar, quiero una sensación, un momento irrepetible en el que pueda zambullirme.

reflejo de Narciso mientras reflexiona: y cuando tu amor te libere de mí, dulce Narciso, cuando estalles y seas tan brillante como la constelación de estrellas en la que anhelas convertirte, cuando tu blancura sea flor, cuando la tragedia te haya deborado hasta el tuétano; cuando tu destino te haga libre de tí y de mí a la vez, entonces mi querido, no habrá otra cosa que palabras sueltas, sin ton ni son.
la locura, Narciso, son las voces del pasado envueltas en los recuerdos que jamás vivimos.








Ninfa Eco (a unos pasos de Narciso), piensa sin poder decir: yo te amo, imagen que veo y que deseo. te amo tanto pero tanto... daría hasta lo que no tengo por tí...

Narciso, como si escuchara los pensamientos de la ninfa: ¿quién eres tú?

Eco: ¿tú quién eres?
mientras piensa: soy la que te ama bien, la que quiere contemplarte para que tú no tengas que hacerlo, para que no tengas que caer en la maldición que pesa sobre tí. ¡oh nefasta suerte!

Narciso: no lo sé exactamente, pero sé que no soy mi nombre, y hay tantas cosas que todavía quisiera contemplar en mí. ¿por qué lo preguntas?

Eco: no se, no soy mi nombre... ¿por qué lo preguntas?
mientras piensa: deja que mi cuerpo refleje al tuyo, deja que nos unamos en una melodía de caricias, deja que pueda zambullirme en tí así sea por un momento eterno...

Narciso: me atormentas, me asolas, me interrumpes. ¡vete de aquí! no quiero que nadie perturbe mis dulces pensamientos sin palabras dichas a nadie.

Eco: me atormentas, me asolas, me interpones tus dulces pensamientos sin palabras dichas a tí...
y piensa una verborrágica cascada de palabras sin ton ni son.



Eco, capturada en lo imposible de su amor, se fue repitiendo cada palabra de Narciso. se olvidó de su cuerpo y pronto se convirtió en nada más que una voz... Narciso, en cambio, se quedó para descubrir en las aguas del amor aquello que lo liberaría por siempre... de su cuerpo.

17.8.07

tengo un estómago fuerte: me enferma cada vez que mi cabeza se siente sana, pura, casta y transparente.
mi estómago le ha declarado la guerra a los fantasmas que anidan en el campanario vacío... mi cabeza. silenciosa.
mi estómago siente el asco que no me doy, callando y ocultando, el agujero que no entiendo, que me chupa y me vomita, detrás del decorado, el agujero de mi estómago.
mi estómago es fuerte, y hace ruido cada vez que mi cabeza pide silencio para...


sssssshhhhhhhhhhhhh

9.8.07

paja 1.864.147

Me ordeño para sacar de mí la mala leche, me inmolo a un detalle, a un relámpago, a un criterio vacío destinado a vaciar la identidad,
Me ordeño, para no ordenarme, para seguir flotando a través del espacio y el tiempo donde no quiero que nadie comparta mi muerte
Mi orgasmo
Que si pudiera ser compartido lo escupiría en tu traidición,
En tus tripas veladas
En tu ocaso sin sol
Ni ton

Escupo el verde de las noches heladas anestesiadas de pudor pudiendo comprar el verde
De las noches veladas

Escupo el nombre de tu vicio temido la fascinación que te mide

Escupo en tu afición de ternera en tu carne sagrada que custodia la herencia eterna
La garantía prestada
El candado cerrado del paraíso momentáneo

Escupo esta mala leche que me hace ser nadie
Como ningún otro
Como flor de la vergüenza
Como yo
Que te como a vos


Ni tu ni nadie…


Sintetizo un ritmo
Un tú a mi nadie
Una voz teledirigida a través de la pantalla
Un alguien que me sienta alguien
Un disparo certero en la voz que atraviesa
el silencio


una música