25.9.07

la verdad es la negación del olvido




















y finalmente el Arlequín se escondió en el único lugar en el que sabía que las furias no lo alcanzarían.

se miró reflejado en las aguas del Estigia:

y los recuerdos se arremolinaron...










dime quién te parió y te diré quién eres


no estabamos en igualdad de condiciones
tenías la belleza la gracia y la experiencia

tenías el mundo a tus pies
tenías la sonrisa que hacía que saliera el sol
que sangre la noche
¡y vos lo sabías!
estabas llena de odio
y yo de miedo


te creía
porque creía que me creías
me creaste
me criaste
me engañaste


me mamaste

yo creía...


como quién cree que jamás morirá
como quién tiene la llave del mundo
la quintaesencia
el título explicativo que lo explica todo




la posibilidad de separar a los vivos de los muertos

los que están de los que no están
(lo que no debió pasar pero pasó)
los que no están: porque arruinan la sensación de estar
(y ya no se puede tapar)
que brinda el saber

y los que no saben
que ni calle tienen:
mejor que callen...



¡callate estúpido!

un saber fundamental que NO DEBE ser cuestionado



el Arlequín pensó:

ya lo hice muchas veces, el niño que una vez temía morir ha muerto


a puñaladas
tantas veces...



pero los recuerdos nunca terminan de morir...





















sobre la superficie del agua, que reflejaba al Arlequín, se deslizaron círculos concéntricos.

a lo lejos, entre la niebla espesa y la oscuridad, se acercaba una barca.

















15.9.07

tarot































en un parque oscuro, tan oscuro que bien podría haber sido otra cosa que un parque
el arlequín caminaba tranquilo
pues caminaba escondido
en un parque tan oscuro como su misma memoria

en un claro:

-¡ven aquí, arlequín!

una voz que bien podría haber sido un graznido

-¡ven que puedo leer tu suerte!

el arlequín se acercó precipitando sus pies en picada, quizás no tanto por creer en la bruja, más bien por las luces del escenario.

-baraja y corta, mi querido arlequín.

los ojos se paseaban de un lado a otro. las palabras de arlequín estaban en sus dedos, transmitiéndose en las cartas, pidiendo, preguntando... ante los misterios de la vida. de siempre y hoy... misterios... bajo los dedos...




las cartas:
el loco
la sabia
el crepúsculo


-un arlequín encontrará a una loca, a la vuelta de una esquina.

cartas:
el colgado
la emperatriz
la justicia

-un arlequín renegará de su locura. se apagará en mitad de camino. buscará desesperado los restos de locura. los encontrará hechos trizas. remodelará esas trizas. se armará de ellas. en harapos. miscelanias.
pedazos de sí
que componen su traje abigarrado.


cartas:
el hermitaño
la fuerza
los amantes

-un arlequín se habrá perdido de camino a casa. un arlequín con corazón perdido, encuentra un reloj con el que lo puede sustituir.


cartas:
justicia
rueda de la fortuna
el diablo

















cada vez que alguien quiere chuparte la cabeza dice que es por tu bien que es porque te quiere y porque SABE lo que es el amor
sabemos esto y lo otro y sabemos más
la memoria no se apaga jamás
porque es más fácil vivir en el miedo
y ponerle nombres a las cosas
/nombres imaginativos/
esto es esto
esto es esto otro
-¿qué cosa dijo? -dijo el arlequín
-esa misma -respondió la bruja
que sabía
siempre sabía de antemano...

5.9.07

vergüenzaorgullovanidad hay que estar orgulloso de ser humilde no ser humilde por orgullo vanidadcodiciadeslealtad

tenía que huir y me tomé un taxi.

taxista: ¿a dónde va señor?

arlequín: no se, donde usted quiera.

taxista: muy bien.

arranca y me lleva por muchos lugares muchas calles adentro y afuera: tras del vidrio.

taxista: en la vida lo que importa es el arte. se pueden hacer las cosas bien o mal o más o menos. pero lo importante es el arte. si sostenés tu personaje, el que vos armaste, con tenacidad y día a día sol a sol luna a luna, el mundo se abrirá a tus pies.

yo, arlequín
simplemente miraba por la ventana y veía a la gente pasar
los cuerpos los gestos los niveles de miedo y de vergüenza
el sepulcro civil
simplemente miraba por la ventana y veía los cuerpos
pasar

taxista: ¿y a dónde me había dicho exactamente que lo llevara?

es un viaje el que lleva a ser humilde
no nacemos humildes -me decía el libro de Hume que llevaba bajo el sovaco- humildes nos hacemos cuando un otro/alguien entra a nuestra vida
antes que eso la cárcel de espejos
antes el orgullo vanidoso
cuando realmente lleguemos a ser humildes estaremos muertos
invadidos de otro/s
después...
el laberinto de espejos

arlequín: no se, lléveme donde usted quiera... el zoológico por ejemplo.

taxista: ¡cuanto que tenemos por aprender de los animales!
¡ANIMAL!

arlequín con la naríz incrustada en el asiento de adelante.

taxista: ¡vió como se pasó ese tipo! se cruzó en rojo el muy bestia.

hay cosas que se pueden y cosas que no se pueden
no se puede volar no se puede escribir en el viento

taxista: ¿y usted a qué se dedica?

arlequín: soy comediante. he ganado muchos premios he escrito muchos libros he recibido muchos aplausos. pero jamás acepto nada.

taxista: ¿por qué?

arlequín: porque prefiero seguir huyendo.

taxista: mire, casualmente yo además de ser taxista soy optimista y psiquiatra (entienda lo mal que está la situación laboral en este país, sobre todo en lo que respecta a responsabilidad del estado). lo que usted tiene es una enfermedad que se llama esquizofrenia paranoide.
usted se siente perseguido y en realidad se trata de su propia sombra.

arlequín: bueno, pero algo me persigue, ¿o no?

taxista: bueno, si lo vemos desde el punto de vista estrictamente técnico se podría decir que sí...

¿y quién no vive con sombras?
¿quién no espera imposibles de los imposibles sepultados
ya fallecidos
?

taxista: son ideas que usted tiene.

¿quién tolera la ausencia?

taxista: aquí estamos señor, el zoológico.
son ochenta pesos.