y finalmente el Arlequín se escondió en el único lugar en el que sabía que las furias no lo alcanzarían.
se miró reflejado en las aguas del Estigia:
y los recuerdos se arremolinaron...
dime quién te parió y te diré quién eres
no estabamos en igualdad de condiciones
tenías la belleza la gracia y la experiencia
tenías el mundo a tus pies
tenías la sonrisa que hacía que saliera el sol
que sangre la noche
¡y vos lo sabías!
estabas llena de odio
y yo de miedo
porque creía que me creías
me creaste
me criaste
yo creía...como quién cree que jamás morirá
como quién tiene la llave del mundo
la quintaesencia
el título explicativo que lo explica todo
la posibilidad de separar a los vivos de los muertos
los que están de los que no están
(lo que no debió pasar pero pasó)
los que no están: porque arruinan la sensación de estar
(y ya no se puede tapar)
que brinda el saber
y los que no saben
que ni calle tienen:
mejor que callen...
¡callate estúpido!
un saber fundamental que NO DEBE ser cuestionado
un saber fundamental que NO DEBE ser cuestionado
el Arlequín pensó:
ya lo hice muchas veces, el niño que una vez temía morir ha muerto
a puñaladas
tantas veces...pero los recuerdos nunca terminan de morir...
sobre la superficie del agua, que reflejaba al Arlequín, se deslizaron círculos concéntricos.
a lo lejos, entre la niebla espesa y la oscuridad, se acercaba una barca.