señoras y señores: ¡la máquina contra el animal!
¿cuántos de nuestros comportamientos son un mero instinto: una secuencia plegada en nuestros genes, un comportamiento que aprendió la especie y lo embaló hacia el futuro con feliz sello de filiación: el secreto de la supervivencia en tiempos oscuros?
nuestros abuelos monos jamás se hubiesen imaginado lo mucho que evolucionaron nuestras máquinas: nuestras formas de comunicarnos, nuestros caminos abiertos en el mundo.
pero nuestros abuelos también embalaron sus miedos, para que sepamos, así sea en pesadillas, cuáles fueron sus caminos cerrados: un paraíso que quedó cerrado por duelo.
/el antídoto y la enfermedad: envueltos en instinto infinito.
tenemos memoria incluso de lo que jamás vivimos/
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un ferrocarril destroza a un caballo que pastaba, pero cuando cae un rayo queda pulverizado el maquinista.
quiero decirte algo, pero quizás sea un mero
instinto: una palabra
soplada desde algún tatarabuelo.
quiero que lo nuestro sea distinto: quiero inventarnos.
/¿al autor le pertenecen sus obras?/-¿por qué lo hiciste?
-por lo que tú me hiciste a mí.
pero el deseo de ser diferentes es también algo heredado.
¿nuestros monos no habrán querido independizarse alguna vez? ¿no habrán querido individualizarse de la mamada?
-la muerte es intransferible, pero aún así si tú te quedas conmigo yo te preservaré en mi memoria, si yo me muerto a ti tú cargarás con mi cadáver: en tu cadáver: por siempre y siempre.
-en realidad, la muerte es lo primero que se transfiere. pero preferimos no hablar del tema…
¿Eva? ¿estás ahí?
señoras y señores, hagan sus apuestas, imaginen, sueñen, fomenten, contagien, arriesguen: ¿quién será el vencedor?
/cada juego se juega en el borde, en la desnudez indisimulable que golpea con la realidad; si nada muestra aburre, si muestra demasiado aterra:entierra/
ella, toda naturaleza y llanto; él, todo artificio y galantería; ella, mucho más maquinada; él, torpemente maquillado; ella, un camión; él un potro; ella una pantera; él un colibrí; ella serpiente sin plumas; él un ratón; ella un sacapuntas; él un lápiz; ella una diosa: él un ferviente devoto.
pero no nos perdamos en redes de palabras, metáforas anteojeras, señoras, señores, no se pierdan en el sentido de las palabras: a las palabras que tienen densidad se las lleva el viento. por eso es mejor fabricar palabras abstractas, ingrávidas, impalpables: eternas /plegadas en las arrugas de los genes/.
/hay sentido cayendo granulado en un tiempo y lugar,
no se pierda en pensarlo demasiado/
no recuerde, no se olvide, siempre, jamás: una abstracción: no interprete demasiado, el siemprejamás es otra abstracción que nos pide sacrificio/muerte/. ¿quién sabe realmente lo que haya más adentro del adentro? ¿quién sabe si no será otro afuera programado: coagulado: plegado?
el sentido se siente y no se piensa: ¡piénselo bien!
/nuestras palabras eternas son nuestra mejor maquinaria./
en la naturaleza, existe el tiempo. el tiempo va cargado de repeticiones que transportan instintos y pliegues.
¿quién ganará? es la máquina contra el animal.
-ya es bien sabido, la rutina mata al amor.
(aún así... siempre estará mal visto no adaptarse.)
hay: un combate natural.
¿qué fue lo primero, señoras y señores: señores o señoras?
la naturaleza no siempre encaja en sus engranajes...
HAGAN SUS APUESTAS